Arrellanado frente a una fogata
En medio de la floresta,
Advierto como lentamente
La noche comienza a caer;
Arropándolo todo con un
Sútil manto de tristeza,
Y una obscuridad que cual sobrevesta,
Lo convierte todo en un susurro,
Que con el viento pronto se confunde..
En un suave ulular.
Cierro mis ojos..
Aspiro muy pausado ese fresco aire,
Que me hace recordar
Aquél viejo rabasaire,
Que una vez en confianza me dijó :
Que es más fácil en los campos
Poder a Dios encontrar.
Medité en todos mis momentos de combate..
Y sin decir palabra alguna con él asentí.
Más consigue separarme de mi abstracción
Del fuego y su trepidéz al chirriar,
El suave canto de un buhó;
Que el silencio a la noche arrebata,
Pregonando su eterna sonata,
Escrita sólo en U.
Cómo estarás tú ?,
Amor..
Es mucho tiempo yá sin saber de tí;
Será que aún por mi aguardas?..
Tendrás el don de saberme esperar?..
Sin embargo al final
Eso a mi que me importa?,
Si por el dulce premio de tus labios,
Mis batallas, con éxito
Me apresto rápido a sustentar.
Comienza ya a salir el sol,
Caliento mi duodécima taza de café;
Y para mis adentros me detengo a pensar :
" tal vez mañana te pueda encontrar ".