Cuando no te tengo,
siento el silencio de la soledad,
grito tu nombre a las paredes que me oprimen,
que me lastiman, que me llaman,
pero el eco no dice nada,
el frío congeló su aliento.
Busco un momento.Me subo en el tiempo.
Corro hacia ti en las alas del viento.
Cariño, no sabes:
!Cuánto te extraño!
!Cuánto te siento!
Un cielo nuevo nos queda por vivir,
y todas las estrellas
brillarán en nuestro universo.
Cuando no te tengo,
mi mundo no está en mi.
Recorro uno a uno los recuerdos,
aquel bonito atardecer,
cuando te agarré de la mano.
cuando rocé tu suave piel,
y sentí palpitar allí tu corazón.
Nos miramos.Te miré.
En tus pupilas se reflejaba tu querer.
El sol se detuvo un instante
Lo miramos y se fue.
La sueve noche venía, huyendo de no sé qué,
y en el recodo del camino,
allí mismo te besé.
En un moreno de luna, tu cara adiviné.
Ojos negros.Pelo negro.Deseos que no conté.
Te sentía tanto en mi alma.
Te sentía tanto en mi cuerpo.
Tu piel rozaba mi piel.
Como lumbre me quemaba y a una estrella le grité.
Señala mi norte con ella, quiero amarla después.
Por un sendero de flores,toda la noche caminé.
Melodias de ruiseñores, allá lejos escuché.
Los besos y las caricias,llegaban en tropel.
Sobre la luna de tu cuerpo, llegó el amanecer. Alumbrando con sus rayos,
el sueño de volvernos a ver.