Del olvido he regresado a quererte,
Por el sendero que me indicó tu cruel mirada,
Fue muy difícil, pues no creía en nada
Que no fuera algún sinónimo de muerte.
La agonía la sentí casi al perderte,
Muerte y vida, existencia desgraciada,
Solo soy una sombra olvidada
Que camina sin consuelo y sin verte…
Al volver el camino, que hoy se agota
Y se bifurca en dolor y desencanto,
Con planes de viaje a la derrota,
La mirada se ennoblece en llanto,
El corazón no aguanta el quebranto
De seguir pensándote tras espinas rotas…