Mírame, aquí estoy... esperando que vuelvas,
dame tu mano, caminemos juntos,
no sientas temor, que ya estoy de vuelta,
a darte mi amor, para que te envuelva.
Fíjate, hay paz en mis manos,
y luz de esperanzas en mi llamado,
hay ternura, caricias y mucha paciencia,
en este infinito amor, que te doy a conciencia.
¡Vamos! No sientas temores,
y rompe la puerta de las ataduras,
entrégate entero, tranquilo y seguro,
a este amor dispuesto a atravesar los muros.
No te rindas nunca, y estira las manos,
alcanzame de prisa, pero siempre calmo,
rompamos las barreras que provocan distancia,
y entrégate a vivir... sin temor a nada.
Elsa Fariña