Corre el tiempo sobre nuestras caras
y fluye hacia la mar ignota. Pero tus palabras..
es dulce veneno de gota en gota, que invade y abraza la piel
cual fuego murmurador.. y mientras entrega al corazón la humedad celeste que crea y desmenuza, del olvido el amor brota. Entonce, el día es todo tuyo, liviano y alegre, la rutina, marcha dócil y manejable.. porque tus huellas se afincan en el suelo del camino y burlándose de la hora o del destino.. en la arena hace ruido. Aun ausente, tu voz ,
desemboca la ilusión certera, de que contigo floreció la cordillera.