¡CONTÉSTAME, MADRE!
¡Madre, madre, madre!
¿Por qué no estás a mi lado
cuando más te necesito?
Te he buscado en caricias pagadas,
te he soñado entre nubes de humo,
te llamaba a través de las rejas
de aquella ventana de un patio siniestro.
Horas largas echado en el húmedo suelo,
recordaba tus risas, recordaba tus llantos,
mi nariz apretada a la almohadilla blanda
repleta de dulzores
que eran tus blancos senos,
y tus brazos de seda, calientes y seguros
que me hacían sentirme emperador en trono,
y tus hombros satín que mordía
con mi boca pequeña sin dientes.
Mi mundo eran tus labios,
mi espejo eran tus ojos.
Aun dormido sentía tu presencia,
tu voz era armonía, tu olor era mi selva.
¿Esta entrada en el mundo
será quizás presagio
de otra entrada gloriosa
en un mundo celeste
para el que fui creado?
Más dulce no será,
más feliz, muy difícil,
pero ¡madre, madre, madre!
¿por qué no estás a mi lado
cuando más te necesito?
------------------------------------------------------------