Qué absurdos son los humanos
que se sienten como dioses,
teniendo tan limitados
sus poderes y atributos,
a un grado tal que no llegan
ni siquiera a ser HOMBRES.
No obstante, en cada individuo
que habita en este planeta
existe un embrión sagrado
con una sublime meta:
estamos, todos, llamados
a trascender esta etapa
de la humana condición
y llegar a otras esferas
superiores, elevadas,
de conciencia y comprensión.
Ciertamente, en el futuro
y con la voluntad consciente
y un espíritu maduro,
seremos HOMBRES verdaderos
y, en estratos posteriores,
ÁNGELES detentadores
de los poderes del Cielo.
Somos "semillas de Ángeles"
en los designios eternos
de Quien la vida nos dió,
y es el glorioso destino
de cada humana criatura
el llegar a las alturas
e incorporarnos a Dios.
No pierdas esto de vista,
criatura humana, imperfecta,
deja tus cosas mundanas
a un costado del camino,
pues tu glorioso destino
pide toda tu atención
y una conducta correcta.
No malgastes ya tus días,
tu tiempo y tus energías,
en cosas torpes y vanas;
son las etapas humanas
sólo el preámbulo, terreno
de un estado puro y bueno,
libre ya de tonterías.
Deja a un lado el pensamiento
y las cuestiones terrenales;
los Reinos Angelicales
aguardan, en tu interior,
y una vida superior
será tu diario sustento,
tu espiritual nacimiento
en las Esferas Celestiales.-
Eduardo Ritter Bonilla.