Pareces soñando, cuando ries despierta
imaginando seres, gnomos del tiempo,
vigía de mi noche, me cubres de ausencia
me sacas palabras y pasados inciertos.
Pareces amando, cuando miras mis ojos
que de lluvia cubiertos, humedecen tu otoño,
buscas mis cielos, y en su recorrido hermoso,
paseas tus faldas por mis vagos retoños.
Pareces triste, cuando te crees perdida
y buscas mis frases, de mieles cubiertas,
me prestas tu alma, te entrego mi vida
para que sigas sintiendo mi vana presencia.
Pareces mía, cuando de pronto idealizas
la sana costumbre de volverte eterna,
me piensas distante, mi pelo acaricias
mujer de mi vida! lejana y eterea.
Pareces perpetua, en la imagen profana
de una diosa en el tiempo perdida,
tal vez en otra noche no haya un mañana
y quedes diáfana atrapada en mi vida.
Pareces sensible a la luz de mis universo
y mi pluma te abarca en toda tu existencia,
te escribo despacio, te amo en mis versos
imploro tu beso, la magia y su vivencia.
Pareces un duende, perfecto y sincero
con una apariencia, hermosa y desierta,
y a pesar de toda la distancia prefiero,
que sigas soñando, cuando ríes despierta.