En el extrarradio, alejado de todo confín
buceo en la ingravidez interestelar
con una visión frontal del azulado planeta.
Junto a la nada y en medio de todo
no consigo apreciar la belleza
que asoma por doquier.
La soledad, que en silencio se manifiesta
me recuerda al rayo de sol, la lluvia, la primavera
la ventisca, al riachuelo, a la hierba
al nacimiento de una nueva vida
y a la muerte, cese de todo sentido,
del que percibo el aroma de todo pasado
y en él, su lucha en la vida, de la que siento cuchillos en el alma
Una eterna gloria colapsada de golpe, sin razón
tanto es que puedo oír como llora mi corazón
y que por mucho que me aleje, como en círculo orbital,
el sentimiento se apodera de mí
y me parece pequeño el mundo
entre tanto vacío que del universo amparo.