Espero la noche tumbado en la hierba fresca,
abrazo mi delirio, entierro mi alma desolada,
nada me abriga, sin ti nunca espero nada.
Hasta la luna se ríe de mi estampa grotesca.
Amanecer espero despierto en la ventana,
los pétalos aun frescos lloran tu ausencia,
tu nombre me recuerda su sutil fragancia.
Espero por ti cual hojas, rocío de la mañana.
En el bello jardín florido sufro mi condena,
lejos de tus besos, en recuerdo me amparo.
Mis días ni mi futuro ya no veo tan claro,
al alba se pasea conmigo en suspiro la pena.
No encuentro alivio, ni en sueño descanso.
Busco las flores para rememorar tu belleza,
es tan idéntica a ti en agraciada y lindeza
y mas aún me sumerjo melancólico denso.
Autor: Alcibíades Noceda Medina