Aunque mi amor nunca obtenga,
el precio de tus besos,
yo siempre he de quererte,
en palabras y en secreto.
Como aman los que sufren,
los que lloran en silencio.
Porque te llevo en mi alma,
como si fueras un sueño.
Benditas son las horas,
que me traen tu recuerdo,
cuando a solas en mi cuarto,
sin mirarte yo te veo.
Y ese viajero incansable
que se llama pensamiento,
que me sigue a todas partes
y me grita que te quiero.
Porque tu.
Tu me has enseñado a quererte desde lejos,
Con los ojos,
Con el alma,
Sin palabras y en secreto.
Besitos con los labios de mis versos,
para ti mi reina linda,
mi amiga del alma
mi amante sin serlo.
Desde el exilio 12 de Abril del 2.008
dominio-pipoll-exiliopoetico@hotmail.es