Niño de amor divino, De corazon cristiano. Con anhelo de campo, ¡Y de sabor humano! Te regalo una flor de poesia, Inspirando en tu campo. ¡Niño de inocencia! Que palpitas en mis dias. Amor de olor a tierra, Y de ojos profundo. ¡Lejos del mundo! Tus sentimientos se aferran, A los que tu has querido. ¡Ser dueño de tierra! Sobre la inmensa llanura, Tu noble exsistencia. ¡Corriente de frescura! En tus ojos recia, ¡Tu alma pura! En ti niño,palpita, La savia noble y bendita. De esas tierras de campos, Donde el sol calienta sus topos, Arañando la tierra,suelo que sujeta, ¡Sus mas bellos copos! Mi voz en ti camina, Confiado con amor profundo. Mientras vas camino a ese mundo, Deseos que adivina, Corazon que anhela palpitando, Ser dueño de tierras y ganado. ¡Niño con olor a tierra! Que fue creciendo.... Con el marron de la tierra. Y el azul del cielo riendo ¡Niño de grandeza! De grandes esperanzas, ¡Mis mas hermosa alabanza! ¡Mi bendicion cierra! En tus suelos de tierra. SOL.