Que arduo esfuerzo sonreír,
como pensar en continuar siquiera,
si solo el dolor alejar pudiera,
olvidar aquello que me hace sufrir.
Como olvidar aquello que se ama,
más, si no se extingue aun la llama
cuando esperanza abriga el corazón
aún diciendo lo contrario la razón.
Como distanciar al desconsuelo,
si la noche de mi alma se apodera,
cuando mirarme en sus ojos yo quisiera,
cuando dejar de amarla así, no puedo.
Cuando aun percibo en mí su aliento,
si aun su ausencia alimenta el desazón.
y es que como marchita al corazón,
este profundo pesar que siento.