Nunca Me Abandones
Señor, cada vez que leo algo
que me envian sobre ti, siento una congoja y lloro sin poder
calmarme, un día se lo comenté
a mi madre y ella me dijo: hija,
cuando hablas con Dios y sientes
deseo de llorar sin saber por qué,
es que ha entrado en ti, el Espiritu
Santo y está sanando tu interior.
Desde entonces cada vez que lloro,
no me averguenza, ni me da miedo,
porque se que Dios nunca me abandona
y siempre está conmigo y como si eso
fuera poco, encima cura mis heridas que
se van lavando con mis lágrimas.
Hoy envié a mi amiga algo muy bonito
para que ella tambien lo pueda leer
y sentir al Señor como acaricia su alma
mientras El Espiritu Santo, va curando
sus heridas; Al leerlo nuevamente, lloré
y lo único que pude decir es:
"Señor nunca me abandones"
Lina
28/09/2011
Derechos de Autor Reservados