Pisa tan fuerte que encarcela el alma. Solo ella fue capaz de cerrarme los ojos con su resplandor,con su sonrisa y su voz melosa... Yo siempre había sido una águila con mis garras siempre listas... Ella cerró mis ojos, cautivó mis sentidos y robó mi caridad... Cuando no estaba junto a mi, dónde quiera la miraba y todo me recordaba a ella... Todo me llevaba a ella! Cerró mis ojos, penetró mi voluntad y se instaló en mi alma y mis ojos brillaron solo para ella. Los días pasaron,los meses pasaron,los años pasaron y ella, solo ella, se paseaba entre mis labios, el aroma de su cuerpo fue mi carcel. Y mis garras se doblaron y toda mi fuerza se desvaneció en sus manos! Y al final como ella no hay dos, pisa tan fuerte que encarcela el alma. ¡La lealtad a su lado fue un placer! Ella cerró mis ojos y a nadie nunca más quise voltear a ver... Carlos Castro Briseño. Un Beso un Abrazo y Un Suspiro ™
Penetro mi voluntad y se instaló en mi alma. Muy bien Carlos hermosos versos en una gran composicion saludos.