Al ser mas cercano
de mi noble anatomía,
esa que me duerme con caricias
y me despierta con sus suaves manos
que hacen vivir
el sueño realidad.
Es mi encanto!
mi pasión mas desbordada
y el camino al éxtasis eterno.
De noche me despierto,
siento el calor de su piel,
la toco, la abrazo,
siento vivir el sueño mas dulce,
esta en mí como
las estrellas en el cielo,
como frío en el invierno,
como la bruma en el mar.
Por eso a cada instante
le pido a Dios la cuide
y la conserve,
por que siempre
se encuentre ante mis ojos.
Cultivaré un jardín
donde todas las flores
tengan su fragancia,
a lado de un manantial
cristalino y puro
con el espejo
de su cuerpo encantador.
La mayor felicidad,
que me haya penetrado el corazón,
la mayor dicha:
conservarla
hasta cuando no tenga un mañana.
Laureano Marcano