Una epistola escrita en prosa.

Y ya que estamos en el dia de las dedicatorias,
hay te va otra mi querido amigo escupefuego.
Sabes?, mucho te respeto y te admiro,
pues demuestras un qum intelectual superior,
y yo que medio mundo he recorrido,
lo reconozco sin temor.
Aveces logro leer entre lineas a una persona,
y se que tu corazon es noble,
pues me atreveria a asegurar,
eres otro gran guerrero;
pero si tu andar ha sido triste,
haz como la historia de aquel caballero,
que al pedir un beso
como prueba de amor a su amada,
aquella un tanto ruborizada,
le dijo que no, pues en verdad no lo amaba;
a lo que el caballero sin inmutarse,
al punto le respondio,
y eso que importa,
mienteme y damelo de todas formas.
En fin, asi deberias hacer,
mientenos mitologico amigo,
y permitenos volar en la prosa de tu libertad,
eso si, no olvidemos la norma del respeto.
Yo por mi parte,
ya que con la muerte y sus ritos he andado,
ultimamente fascinado,
me he estado preguntando;
y cuando yo muera, que?.
Pero permiteme ilustrarte,
si a los altos militares cuando mueren,
con banda y salvas los entierran,
y no digamos que si los musicos andan inspirados,
hasta el Himno Nacional te tocan.
Y yo que soy un caballero errante,
y que por ende,
no poseo un reino;
Cuando yo muera,
iras con tu azufreo olor a mi sepelio?,
Debere ser enterrado en una Caballeriza ?,
o por lo menos en un muladar?.
Ah, que cosas para reflexionar, verdad?.
Por ultimo,
quisiera disculparme si ayer te ofendi,
pero andaba como en una manada de cabritos,
el mas grande y mas viejito;
y por eso humildemente,
amigo dragoncillo,
te dedico esta, para disculparme.