De los falsos sueños desperté a tu lado,
estabas con sonrisa a flor de los labios,
en abrazo, tu alegría me has demostrado,
ese momento bello por nada lo cambio.
Esa realidad, es mi real sueño construido.
Un amanecer más en nuestra piel desnuda,
empiezo a recorrer tu cuerpo aun distraído.
La brasa se apagó, pues estaba un poco húmeda.
Los dedos se entrelazaron, se hizo un solo mazo,
una vez más quedan atrás los años acumulados,
mi parte del olvido presente dijo, y erecto se hizo,
prendiéndose el fuego sin contraste marcado.
Despertar a tu lado siempre es un soplo de vida.
Satisfecho de haber recobrado brío de otrora,
en suave gemido se hizo día la bella madrugada,
nuestra piel mojada, ansía brisa en la aurora.
Autor: Alcibíades Noceda Medina