Gracias
Por los momentos compartidos,
por los libros sin sentido que leíamos…
muchas veces aburridos.
Gracias por las caminatas
tomados de la mano, iluminados por el amor
que en ese tiempo nos unió.
Gracias por las risas prolongadas
que hacían que nos doliera la panza.
Gracias por el tiempo feliz
que junto a vos viví.
Gracias por las palabras reales,
tiernas y francas.
Por tus manos brindándome
ternura y seguridad.
Gracias por tus frases
que fueron guía y sosiego
en el momento oportuno.
Por tus besos deliciosos
y tu olor como ninguno.
Gracias por tu paciencia,
tus esfuerzos,
tu amor,
tu escucha,
tu comprensión,
tus consuelos
y tu pasión.
Gracias por los momentos
en que fuiste transparente,
fiel e integro
y en los que no había dudas:
eras vos.
Pero no solo lo maravilloso
debo agradecer.
Por eso te digo también:
Gracias por tus gritos,
por tus enojos,
por tu impaciencia,
por tu incomprensión,
por tus secretos,
por tus mentiras,
por tus omisiones,
por tu maltrato,
por mi dolor.