Me río de la vida
de sus historias, penas y fantasías,
de sus vanidades y repetidas tonterías,
de sus constantes llantos y contadas alegrías.
Me río de tanto absurdo
de aquellos quienes creen
que sonriendo, sin razón,
como fríos maniquíes
le darán esperanza al espacio vacío del corazón.
Me río de quienes pasan la vida
lamentando, recordando;
ignorando que solo
le suman cansancio a los años.
¿Para qué? Si las cosas viejas pasaron,
y aquel que preserva la vida,
hace traer la paz y el sosiego
por la que ruega el errante cansado.
Me río de quienes lloran por su redención,
cuando evidentemente ni se enteran
que hay alguien que desde hace tiempo ya pagó
la entrega y les espera,
sin ninguna lógica explicación.
Me río de este amor que hoy me baña,
que ha devuelto mi hermoso latir,
que aún en el desgano y ausencia me hace vivir,
y que ha renacido en mis entrañas,
que anuda mis más fuertes lazos,
y deja ver aquello, que aunque escaso,
es lo mejor de mí.
¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.