Comienza a llover, me miro en tus ojos,
destilan la chispa del amor en ti...
la calle mojada no tiene cerrojo,
y los sentimientos anidan en mí.
Mojados de lluvia, los dos empapados,
me abrazas muy fuerte... ¡la noche es tan fría!
que busco arroparme al calor de tus manos,
tu cuerpo es la manta que tanto me abriga...
Y así, al resguardo de esta noche oscura,
me rozan tus labios, los míos se encienden,
te atraigo hacia mí con tanta ternura,
y desde muy adentro, el amor nos crece...
Que noche tan bella, de lluvia incesante,
el deseo latente los cuerpos presagian,
la lluvia, tus ojos, nuestra piel amante,
y el beso infinito completa la magia.
Elsa Fariña
Agosto 2003