Estos versos son dedicados a ella,
a la que en sueños solo existe,
a la que se cubre por las estrellas,
y a la que el corazón perdiste.
Te confieso esta nueva tentación,
de tocar su piel de su cuerpo desnudo,
perder en sus pechos mi corazón,
y por sus besos quedarme mudo.
Es algo que te tengo que decir,
se me quema la sangre por aquella,
no la he tenido pero la quiero sentir,
y robarle la pureza de una doncella.
Perdona esta insólita confesión,
esta ilusión que no me deja vivir,
es por otra mujer esta tentación,
que yo he comenzado a sentir.
Amigo y gran poeta: Sus tres poesías de hoy maravillosas. Esta es mi preferida, en la cual imagina ese amor que está por aparecer en su vida. Ya le voté con diez cada una de ellas. Un abrazo, Ivette Rosario.