Cuando callas...el otoño se condice,
con tu gema oscilante, pura, cristalina...
cuando callas...quien escuchara lo que te dije
en cada verso que a tus ojos...encandilan.
Que si he de esperarte la vida invertiría,
por el placer de verte, a mi lado sin cadenas,
robarte la burbuja...traerte a mi guarida,
liberar su frenesí, de candado y de esperas.
Pues de mirarte serena, no sé lo que daría,
tiempo, muerte, resurrección y mis diademas,
el costado que conoces, el otro que amarías,
lo simple de las cosas, para que a nada le temas.
Y es cuando callas, Mujer! que matarías,
el íntegro dolor que corre por mis venas,
recorriendo todo aquello que sabes me podrías
robar en un segundo, mis prosas que encadenan.