Escuchando como siempre la radio
surjio de la nada,
el recondito recuerdo
de una sonrisa, que igual
dibujo un arcoiris
en la descendiente puesta de sol.
No fue sorpresa, que repentinamente,
viera claramente tus ojos
de ese lindo color avellana
que resaltan entre las multitudes.
Tan singulares e incomparables,
que no daria por ver
a travez de ellos tu corazon,
que no daria por verlos
cuando se vienen a mi mente.
Que lindos, que bellos son tus ojos,
benditos los dias
en los que podia verlos
de avellana color.
Que al combinarse con
una bella sonrisa enloquecedora
se derretian, acompañados
con aquella linda expresion,
acto seguido del caluroso abrazo
cristopher antonio moraga
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01/03/10