En el inmenso mar, una gota de agua no es nada.
Una lágrima, entre tanto dolor, solo nubla la mirada.
Un corazón herido, que ha perdido las esperanzas.
De volar como un pájaro, hacia las altas montañas.
Mirando hacia el horizonte, donde la libertad se haya.
Inmenso es el cielo, para poder volar sin alas.
En un lugar perdido en el tiempo, esperando la primera luz del alba.
Intentado romper las rejas de la invisible jaula.
Un rayo de luz, que entra por mi ventana.
Con la llegada de la noche, poco a poco se apaga.
Gritando en silencio, en la noche callada,
Ahogando las penas, en la noche en calma.
* AUNQUE LA NOCHE SEA LARGA, QUEDA LA ESPERANZA DE UN NUEVO MAÑANA *