Camino sobre la arena,
Camino y decido sentarme a mirar un poco el mar,
Y dentro mío veo, lo que jamás antes vi.
Me toca ver mis penas, mis dolores y lamentos,
Me tocan sortear pasajes de tiniebla, pero como
cada ola que ruge con la bruma,
Me da la certeza de que aun sigo de pie.
El sol refleja mi cara gastada,
Casada y demacrada de tanto andar,
El día me demuestra lo que ya ni alcanzo a ver.
Siento el loco deseo de profundizar en el mar,
Por más de que mi ahogo sea de lamento.
Hoy quiero nadar pero en mi pensamiento.