Hay ocasiones que me siento triste,
nublado el cielo, irrespirable el viento,
honda inquietud la de mi pensamiento,
un gorrioncillo hambriento y sin alpiste.
Hay ocasiones en que soy un quiste
de sensaciones y de sentimiento,
en donde cunde como el desaliento.
gélida angustia que cual toro embiste.
Y sin embargo, desde que me viste
un nuevo sol sobre mis cielos brilla,
luna y estrellas cobra el firmamento.
Gracias a Dios, amor, porque naciste,
porque mis olas llegan a la orilla
de tu ternura sin remordimiento.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC