Esta es la historia de un niño caletero
con ta solo cinco añitos,
se desenvuelve mejor que el dinero
antes de andar ya sabía lo que era el odio,
escuchar palabras subidas de tono.
A tan temprana edad distinguía el bien del mal
le empezaron a salir los dientes,
es normal que una noche si y otra no llorase
pero hay algún inhumano que de eso no entiende,
sus amigos por ellos recibian caramelos y regalos
el solamente recibía una lluvia de palos.
Al día siguiente el ya de nada se acuerda
se despierta te mira ,sonrisa de oreja a oreja,
no entiende que tu tengas problemas
te observa te tiende una manita para que lo cojas,
le des una muestra de cariño y le digas que lo quieras.
Que culpa tiene esta bella criaturita
de haber nacida desgraciada y perdida,
por culpa de un ser ,que no tiene valor ni cojones de echarselo a la vida.
Maldigo el día en que te reconocí
se que eres parte de mí a la fuerza,
que no le pase nada a mi madre
te guste o no te guste ,
ella lleva los pantalones en esta fortaleza.
El paraíso de un niño
es una sonrisa o una carcajada,
escuchar su nombre por una llamada.