Nos robaron su vida no su obra.
Tenemos la esperanza
de su poesia nunca vencida,
de la luz jamas apagada.
Mirad atentos su obra,
que es el mismo pueblo
quien os habla.
No hay mayor hazaña,
que defender una idea
con hambre de justicia,
sacrificando la vida
por la palabra,
ni corazon valiente
combatiente como el suyo.
Y si existe el alma
la suya sera por siempre,
plena de horizonte y libre
donde a penas alcanzada la cumbre
se multiplica y no se acaba.
Doncel de la vida
pero sabio en amor y en amarguras
Ya es imposible el olvido
que quisieron darte,
Porque cuando un hombre
grita libertad, pueblo, o ama
esta haciendote mas grande
mas libre y mas poeta.