Que diera por verte...la vida en racimos
de zumos de otoño bañados de plata,
el lucero de una noche, aquel que quisimos
que desnude los cuerpos, sin decir una palabra,
el roce del alma asomando en los dedos
en cada caricia, que a tu desnudez me atrevo,
que diera por verte!...sino los primeros
pasos del viento sin saber lo que debo,
la casta pura del esperma en tu vientre
sesgando tus íntimas versiones del beso,
el otro pasaje donde todo es un siempre
y el nunca se esconde en tu real embeleso,
que diera por verte...el contorno deseado
de tu geografía en mi piel recorriendo
la calma del golfo por el que has penetrado
sin querer salir... ni siquiera partiendo,
una velada que a tus recintos engalana
con una copa de espumas ardientes,
bebiendo mi alma y mi cuerpo con ganas!
secando las marcas de pasados hirientes,
y que diera por verte...la vida daría!
el amplio menester de las vigilias cercanas
si a un roce de tu piel, ya te siento mía,
y tuyo es mi amor donde quiera que vayas.