Cuando
Tus pasos te suenen
Sordos y perdidos,
En la tristeza
De una calle solitaria.
Y sientas
Que aun tus manos
Ateridas por el frio
Busquen el calor
De otras,
Para encontrar
Solo vacio.
Comprenderas que solo,
Terriblemente solo!
Te encontro la noche
Con su frio.
Cuando el retumbar
De tus pasos
Te asemeje
Un enorme reloj
Que sin clemencia,
Te marque
El compas de tu existencia,
En la demencia
Y el delirio,
De querer explicarte,
¡Tantas cosas!
Sera la soledad,
La que te explique,
Que Dios estuvo
Todo el tiempo
Ahi, contigo!
Siempre a tu lado.