Relucen tus ojos como chispas de cuarzo,
muerdo muy suave tus hombros,
acaricio con amor tu cuerpo.
El dulce néctar que emana de ti,
penetra en mi cuerpo excitado y
se confunde con el mío, en una bella unión.
con la explosión de un celestial orgasmo y
penetra violentamente en mi profundidad,
más honda de mí ser por él,
majestuoso sendero de mi placer infinito.
Se apaciguan los latidos de mi corazón y
tu rostro refleja la serenidad de tu amor.
Podía sentir que tus dulces labios,
cada noche que se enredaban con los míos,
que tu cuerpo con el fuego del amor y
el aroma de tu cuerpo, se fundía con el mío y
podíamos sentir que nuestros dos cuerpos,
amándose al unisonó se hacían uno solo.
Por eso a tu lado soy duna ardiente y fogosa,
que mis gemidos descubran detalles de
los dulces aromas que emanan de tu cuerpo.
Tu junco me atraviesa muy profundo y atiza la
pasión de nuestras vidas y tus dedos gozan de
mi fecundo vientre, mientras mis susurros y
dulces gemidos, apagan mis deseos y pasiones.