Si en tus ojos el brillo es diferente,
cuando clavas en mi, esa mirada,
si me apartas del resto de la gente,
sé que he de sucumbir en tu celada.
Mi carne se retuerce tan deseosa!
Se consume en un fuego abrasador,
que lisonjera sensación me acosa,
y prodúceme un agradable temblor.
Resuelto quitas ya mis vestiduras,
disfrutas con gozo de mi desnudez,
sin límites crece una loca emoción,
bebes mi miel, mis fluidos, mis dulzuras,
llegando al límite de tu embriaguez
y haciéndote dueño de mi agitación.
® Susana Valenzuela
24-03-10