Ya me voy, corazón, lejos muy lejos,
donde no sea castigo el sentimiento.
Más allá de los rayos de la luna,
donde no exista jamás tristeza alguna
y me pueda esconder en el silencio...
No te dejo mi Amor, no!... Me lo llevo!.
Ya no tendrás mi luz, solo tiniebla y bruma.
Ya no te quemarán las llamas de mi fuego
ni te deleitará de mi alma su blancura...
Ya no se asomará mi Sol a tu ventana,
ni en un leve resquicio me hallarás.
Y allí en tu soledad me buscarás,
mas no tendrás de mí ni un ayer, ni un mañana...
Con el alma en pedazos recogiendo
y los labios sangrando por sus besos,
ocultando el Amor torna en obseso
el dolor que se guarda en mi interior.
En silencio, a distancia, voy muriendo
y conmigo se muere nuestro Amor...