Sólo un par de enamorados,
una amorosa pareja,
prodigándonos cuidados,
tiernamente entrelazados,
sin un pero ni una queja.
No somos "almas gemelas",
sólo dos enamorados,
pero estamos ya integrados,
dulcemente fusionados,
como la llama y la vela.
No vivo sin tu cariño,
tu persona, tu presencia;
y es tu corazón divino
valioso como oro fino,
que da rumbo a mi existencia.
Nuestro rumbo, nuestra vida,
nuestro destino es el mismo
y eres tú ¡prenda querida!
la que me impulsa y motiva
con invencible optimismo.
Te siento parte de mi,
me siento integrado a ti;
somos parte uno del otro,
una unión indivisible
que ha logrado lo imposible
con un desenlace feliz.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Jueves 10 de Septiembre del 2009.