Hoy añore mis infancias,
Recuerdo cuando era niño y me perdía sonriente por las calles de los juegos,
Por los vientos del silencio,
Sollozando de alegría,
No sé porque la añoro,
Siento que ya no la amo,
Pero a veces tengo la necesidad inmensa de extrañarla,
Siento que ya no la extraño,
Y es ahí cuando me doy cuenta lo vivo que estoy,
La persona que soy, lo que valgo,
Intento sentarme y perderme en mis olvidos,
Susurrar lentamente a mi alma perdida que no me sienta estar solo,
Pero tan solo escucho el resplandor de mis sueños
Y de mis cuentos felices en los que vivía,
Y me dicen que me quieren y que no los abandone,
Que a ellos también les hago falta,
Me siento más poeta que nunca, más vida que vida,
Pero a la vez me siento más bestia q ángel,
Más mierda que sueños,
Me hundo en la tristeza y añoro la alegría,
Pero a veces soy feliz,
A veces soy feliz porque sueño con mis fantasías,
Ya no la amo,
Pero cuanto la extraño,
Es tan fuerte el deseo que poco a poco quema mi piel
Como un acido chorreante,
Mi piel la extraña, la extrañan mis deseos,
La extraña mi corazón,
Pero mi alma no lo hace,
Es la única que no esta ciega,
Es la única que sabe lo que en realidad le hizo,
¿Será porque la amo?
Pero que digo, ya no la amo,
Ya no me corro del viento lejano que me lleva al desierto para estar sin ella,
Ya no lucho contra eso,
Porque la que esta del otro lado soplando es ella,
Siempre fue ella,
No sé porque le escribo estos versos,
A ella no le importé nunca,
Bueno eso ya no me importa,
Ya no la amo,
Ya no la odio por lo que me hizo,
La vida me enseño a perdonar,
La quiero mucho y no lo niego,
Ya no lo digo con lágrimas en los ojos,
Quizás solo extraño la vida cuando añoro a la muerte,
No por ella,
Sino porque a veces suelo ser humano,
Solo a veces,
Y es ahí cuando me doy cuenta
Que ya no la amo,
Pero cuanto la extraño.