Tengo tranquila mi conciencia
Porque siempre una hija buena fuí
Pero no dejo de añorarte madre,
Desde el día en que te perdí.
Recuerdos tristes llegan a mi mente
Al recordar todo tu sufrimiento estando en el hospital
Y aunque no quiera me duele el alma,
Eso no lo podré evitar.
Anhelo verte,abrazarte,me hace falta tu calor,
Hablar contigo,hasta escuchar tu regaño,
Todo eso yo lo extraño, te recuerdo con amor.
Tu no merecías sufrír tanto,porque buena siempre fuiste,
Por eso Dios te estaba esperando,
A la hora en que partiste.