La a luna se vistió de luto
y el sol se puso muy triste
porque una tragedia han visto.
La única nube presente
intentó cubrirles los ojos
para evitarles ver la tragedia.
El viento desesperado,
soplaba como demonio
un árbol ya milenario
con ruidos de mil fantasmas,
por sí asustaba a los intrusos
que se acercaban de prisa
Con la piel pegada al hueso
barrigas grandes y desnudas,
los casi muertos en vida
escuchar jamás podrían
aquel mensaje del viento,
porque el hambre los mataba
Con solo diez años de vida
presurosos y contentos,
arañaban con sus dedos
las tierras ya resecadas,
quizás allí encontrarían
una raíz para comer
Un ave de rapiña hambrienta
sobre una rama muy alta,
entre graznidos de gloria
y afilando el pico duro,
anunciaba a sus amigos
el próximo festín del día.
Un fogonazo infernal
tronó en el aire fugaz,
haciendo volar consigo
el polvo de un hongo atroz...
trozos de carne quemada
y gritos desesperados.
Arrastrando medio cuerpo
salían aquellos hambrientos,
del cráter que habían cavado
Y entre susurros de llanto
gritaban desesperados
dos cuerpos ya mutilados.
"Yo al fútbol quise jugar
allá en Barcelona, o Madrid"
"yo como gacela quería
correr en Roma, o Berlín"
¡Pongan de nuevo mis piernas...!
¡ayúdenme por favor!