Miro tu sonrisa en una campana de cristal,
Sin oirte, ignorando a que huele tu perfume,
Gasta la noche el recòndito tejido de tu pelo
Y yo me transparento en tì como la vida.
Los otros, los demàs son solo ciegos
Que aspiran a separar de mì toda tu imagen,
Esta insondable ausencia que se duerme en mi pecho
Cuando escucho el zigazaguear de tu palabra oculta. Han brotado las rosas en mi frente distante
Y el amor y el deseo me prodigan suspiros
Todo es paz y cadencia donde surgen los hijos,
El horizonte es flor que conjfunde mi cielo.
Lanzando por los aires mil pedazos de mares,
Solo tù y yo quedamos, cual principio de vida,
Por el candente sol que calcinò la esfera,
Este entorno cuidemos con un amor que embriaga
Disfrutemos la dicha del sufrir el comienzo
De plantar en la viña el lucero del alba
Con amor y trabajo el hijo, maiz y palma
Y retomar del agua la vida del tropiezo, Y El arbol de la vida respetemos y el alma.
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ELÌ TANGUYÙ.