Hay luces en el poniente
que me evocan al presente
borran mi ausencia tiritante
y me dicen que regrese
que el pasado ya no existe
el pensar y el corazon se pierden
inexorablemente, mutuamente
confraternizan para que no cese
de buscar aquello que me pierde.
Pero este silencio constante
hara que mi acividad mental se pare
y que el corazon mas sentimientos no bombee.
Así el olvido encalle su ancla
en la estancia que me embarga
que se aclare por dentro esta agonia
y que por fuera solo ha sido pasajera
Una mar con tejado,
en el que el temporal fue ignorado,
y aunque me pongo en movimiento
palpitante y dispuesto,
mi rumbo sigue estancado
sin vela y sin direccionado.
El sol no llega,
pero llego a una isla,
donde una sirena,
me hidrata
y me hidolatra,
pues este tejado
casi me mata.
El olvido cesa,
y tu luz me salva.
De no ser nadie,
pase a ser interesante,
único y pensante,
Tengo que quedarme
en este islote.
Nada hay en firme
que haga que rehuse
el privilegio de tenerte.