Arde de la dama
el vital fuego
Cuando tu, poeta,
aciertas en tus versos las palabras,
cuando auguras imposibles futuros
o traes adornadas
las conocidas historias pasadas.
Dibujas y pones colores
y hablas de amores,
dibujando estrellas, mariposas,
dando luz a las piedras preciosas.
O haces sentir la fragancia de las flores
cuando tu, poeta,
transformas sus senos en pasiones,
sus labios en cerezas
y sus ojos de mujer en soles.
¡Qué la dama en deseo hierva!
Cuando en su alma no se pierda
La música de tus canciones.
(Tomy58: mujeres, hadas, princesas)