Ojalá me muera algún día.
Ojalá me muera de espanto.
Ojalá me muera enseguida.
Ojalá me muera de impacto.
Porque la vida no fue amiga,
porque me dio un sentimiento ingrato.
No hubo algrias,
pero si amarguras.
No hubo sonrisas,
pero si tristezas.
No me regaló felicidad,
ni me dio libertad,
ni tuvo solidaridad,
y le faltó sinceridad.
Le faltó muchas cosas acabadas en "ad",
pero lo que si le sobró fue amistad.
Amistad que tuve por aquí y por allá,
pero que quizás no supe aprovechar,
ni mucho menos valorar.
Y ahora me doy cuenta de verdad,
ahora que ya es tarde para actuar,
ahora que no se puede remediar.
Aquí mismo me arrepiento,
ya sé que no es el momento.
Por eso apuro el encuentro,
y por eso ahora pienso:
Ojalá me muera algún día,
y mi ser se haga alegría,
y la vida se consuma en un suspiro,
para llegar al eterno olvido.