Nada hará cambiar mi forma de amarte,
Quizá nunca toques tus manos, ni acaricies tus cabellos,
En una noche, que invite a una intimidad delirante,
Más mi alma travesara fronteras, y estará.
Allí junto a ti, será amarte,
Te amaré,
Hasta el amanecer, hasta dejarte extenuada,
Lleno de mi amor, de mis caricias y mis besos,
Y gritare de emoción al sentirte solamente mía.
Permaneceré, siempre a tu lado,
Estaré en tus noches tristes, en el susurro del viento,
Por las tardes, cuando creas que la noche ha llegado,
Y todo sea claro par ti, estaré en un lucero,
Alumbrando para que puedas seguir mí camino.
Clamaré para que seas feliz, aunque no sea a mi lado.
Y cuando al final hayas encontrado, con quien compartir tu vida,
Me retiraré en forma silencioso.
Y cuando de vez en cuando quieras recordarme,
Me encontrarás en el rocío suave de una rosa,
En una gota de lluvia en una tarde cualquiera,
Tal vez en la sonrisa, de una pareja de enamorados.