Yo no quería pensarte
tú no querías mis besos
y ahora somos dos palomas
sumergidas en tormentos.
Las palabras que cruzamos
terminaron siendo fuego.
Lo que es una dulce locura
pero un claro desacierto
es tener mis dos amores
como dicen en los cuentos;
el que vela por las noches
y el que vela mis adentros.
De que me enjuagas en versos
de que te quiero en silencio,
no diremos un vocablo,
línea, párrafo ni verso.
Pasarán meses, ¡no! ¡años!
y guardaremos el secreto.
Y cuando te bese y desnude
y tú me entregues el cielo,
cuando me recorras tibia
entre sábanas de fuego,
estallarán mis pasiones
y me moriré por dentro.
Pensaré que estoy pecando
y sólo con pensarlo, peco.
Otra paloma está en casa
mereciéndose respeto
pero pienso, escribo y sueño
con mi Paloma de Hierro.
Joven, dulce, erecta y ruda,
¡que me inunda las entrañas!
¡que rebosa sentimientos!
Ésto es mi dulce locura
y mi exaltar de los sueños.