En los brazos de ella, mis carencias se evaporan
cual líquidos al hálito de un calor profundo,
se suceden los minutos, se comprimen las horas
porque de saberse tan suyo...mío es el mundo.
Quien pudiera apaciguar el alma que se debilita
a cada beso suyo, chiquilla transparente,
meseta de mis vastos campos que le quitan
perspectiva a su belleza de ojos insolentes.
Fases tan puras, péndulos incipientes,
arrecifes y corales, húmedas suspicacias,
sabores durazno y su oscuro occidente
manjar divino, que me somete a sus falacias.
En los brazos de ella, las dudas...fenecen,
caen sólidas, variantes de un orgasmo,
se manejan tiempos y todo se parece
a un arco iris, de pléyades y espasmos.
Porque cual luz inmensa en mi aún prevalece
el vértice silente de sus rasgos atrevidos,
pues de que eres tan mía, que duda te merece?
si lloro de locura cuando, no te siento en mis latidos.
"..R.N.."