Cuando vuelvas, regálame un poco de tu tiempo,
porque èsta soledad poco a poco me consume.
Pero permanece la fuerza del amor que por ti siento,
que mantiene viva la llama de este sentimiento que nos une.
Cuando vuelvas, regálame de tus labios lo que me decías al oído,
lo que tan ansioso espero escuchar de ti. UN TEQUIERO.
Y sentir tu fragancia que guardo en mis recuerdos,
tan frescos a pesar que lejos te has ido.
Cuando vuelvas, te esperarè como aquella tarde en mi jardín,
y contemplarèmos juntos los olòres de las flores,
las rosas, los geranios y el jazmín,
ese momento que espero no tendrá fin.
Cuando vuelvas.
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