QUIERO CREER

Quiero creer

que tus extrañas formas

empapelan de caricias

los finos bordes

que limitan de gemidos

el desborde de tus hartazgos;

quiero creer

que te contienes en los labios,

en el apretar enrojecido

de un mordisco y tu silencio,

en el chasquido de unos besos

que resbalan insolentes

y húmedos,

como buscando en su agonía

aferrarse a tus excesos;

quiero creer

que te entregas toda,

en el decantar del aroma

que baña los contornos bravíos,

rebeldes y ásperos,

que encierran tus desvaríos;

quiero creer

que tus orillas se dilatan

un inesperado amanecer,

que se expanden tersas

en un susurro vibrante

y se contraen rendidas

 en el roce interminable,

al brotar la noche embravecida

de una tarde en agonía.

Quiero creer…