Mientras estás dormida,
o eso creo. . .
yo sigo aquí,
con sabor a nostalgia
¿Qué sabes?
he mentido,
me he estado mintiendo,
pero soy compasivo
conmigo mismo
y me perdono:
aún te quiero.
Hablan del tiempo como sanador,
tiene su parte de verdad eso,
pero todo es relativo
¿No o qué?
Poco tiempo me bastó para. . .
qué decir,
está todo dicho ya,
esto podría ser la repetición,
de la repetición,
de la repetición,
algo que voy a seguir encontrando
cada noche que aunque sea
lea lo que dices,
y que tú leas lo que digo.
Tal vez no te olvide,
tengo que asumirlo,
sincerarme con mi espíritu,
no pasa nada,
puedo convivir con ello,
de hecho he estado haciéndolo,
lo haré hasta que te supere alguna,
que aún hay algo de fe en la reserva
de que aparezca,
ya qué que tú me quieras de nuevo
lo veo improbable,
algo más que bueno si es posible.
Adrián sigue aquí,
sigue siendo un buen tipo,
ha cambiado algo,
está más curtido,
no es mucho,
pero a pesar de su pequeña locura,
él se ve más maduro,
más capaz de acertar
aunque para eso tenga que fallar
mil veces más.
Y tú dormida,
o eso creo. . .
Y yo aquí,
fumando,
recordando detalles,
se hace raro esto
que algo tan corto se haga tan largo,
pero bueno,
te perdono:
aún te quiero.