Alrededor de la boca, haremos una fiesta 
Con disfraces que desnuden a la piel,
En las noches que los huracanes 
Tropiecen contra nuestros párpados 
Anegando al amor que no tiene destino 
Y quede bajo unos metros de lluvia. 
Disfrutaremos de las palabras 
Que atavía de tatuajes a la piel,
De aquellas acaricias 
Que aún quedan presas
En las danzas del dormitorio.
De aquellas locuras 
Viajeras que atajaban el cielo,
Y dibujaban a las palomas 
En nuestras mañanas diurnas 
Bajo el laberinto de sábanas 
Buscándonos las sonrisas 
Mientras los poros de la piel 
Se perdían en el abismo del cariño.  "Quise caminar sobre su cuerpo  Abrirme paso por el abismo de sus miedos  De sus eternas confusiones.  Quise obligarle a elegir destino  Para retenerla unos miserables segundos  Lo que dura la melancolía de unas canciones" 
Ahora me pierdo por las avenidas,
Por los callejones que no tienen calles,
Bajo las tenues luces de las farolas 
De las madrugadas frías y tristes.
Paseo mis recuerdos 
Al visitar a las manos 
Que aún retienen el cofre de los olores,
La tinta imaginaria 
Que recorrió su dorso escribiendo 
Versos de un amor eterno. 
Y cada despertar, es un nuevo reto 
Que no tiene regreso.
Sólo me quedan los sentidos 
Para seguir viviendo en su sonrisa,
El seguir andando por sus labios 
Mientras las grietas de la tierra 
Separan nuestros mundos.
Sólo me queda vaciar los bolsillos,
Borrar las pinturas de mi cuerpo,
Desprenderme de sus latidos,
Inventarme a mi mismo desde la locura,
Y caminar, caminar sin mirar atrás 
En busca de una nueva aventura.