Quise ser tu amiga

No pensé que fueras despiadado;
te bridé mi mano buenamente.
Ofrecí mi amistad incondicional
para entregarte mi calor humano.
Quise desviar de tu visión
todo lo que te atormentaba,
y esas aves que te destruían
intenté apartarlas de tu lado.
¡Cómo pudistes ser tan cruel
hiriéndome en ese término
sin pedir antes una aclaración!
Te hubiera explicado el motivo.
Creí que en ti había bondad,
cuando contemplé tu rostro
y pude ver tus ojos apagados
sin tener ninguna expresión.
Me conmovió tu aventura;
deseaba poder ser tu amiga
y cometí una equivocación
al comprobar tu inamistad.
Te fui sincera y transparente;
entregué mi afecto de corazón
y tú lo dañastes con tus insultos
para que sintiera bastante dolor.
Al ver tu falsedad perdí todo entusiasmo.
¿A cuál de los dos habrá que juzgar?
¿Quién fue el qué aceptó la traición?
Te pusiste la coraza para guardar tu rencor,
la complimiste tanto que te dejó sin aliento. Resevado derecho de auto